Embarazo y parto prematuro
Parto prematuro: prevenir es mejor que curar. Entrevista al Dr. Ricardo Savransky.
El Dr. Ricardo Savransky es Presidente del Comité Científico del Congreso de Obstetricia y Ginecología (SOGIBA), y especialista en prematuridad.
En esta entrevista con Salud Femenina, El Dr. Savransky brinda un interesante panorama acerca de la problemática del parto prematuro a nivel nacional. Si estás pensando en ser mamá o ya quedaste embarazada, si tenés antecedentes de prematuridad o casos cercanos, ésta nota puede aclarar tus dudas. ¡No te la pierdas!
Doctor, ¿A qué se llama “parto prematuro”?
Parto prematuro es aquel que sucede antes de las 37 semanas de gestación. Dentro de eso hay una suerte de gradación: hay algunos que son muy prematuros (aquellos que suceden antes de las 32 ó incluso de las 28 semanas), y de alguna manera conllevan a una situación definida de riesgo, que requiere una asistencia muy importante al recién nacido desde una vertiente tecnológica. No todos los centros se encuentran capacitados para ese tipo de atención, por lo tanto, el riesgo está presente y el objetivo fundamental de la obstetricia es poder disminuir la incidencia de los partos prematuros.
¿Cuál es la prevalencia de los partos prematuros?
En nuestro país está alrededor de un 10 a un 12%, es una cifra que nos tiene que hacer recapitular, por qué no se ha logrado disminuír -muy por el contrario, hasta se han incrementado- los valores. Sin embargo, países vecinos con poblaciones más o menos similares, han logrado disminuir la incidencia de partos prematuros. Y estas cifras que estoy dando son sumamente recientes, del año pasado (2009). De manera tal que es una gran preocupación el no poder disminuír la incidencia de partos prematuros. Existen muchas situaciones que conllevan a esto, tanto relativas a la atención médica como a la situación socioeconómica.
¿Cuáles son los antecedentes que pueden tener las madres para llegar a un parto prematuro?
El parto prematuro de alguna manera está definido como un síndrome multifactorial, y en razón de esos múltiples signos y síntomas, son varias las razones por las cuales se puede llegar a un parto prematuro. Por ejemplo, la sobredistención uterina (es el caso del embarazo múltiple), infecciones, situaciones de stress, tensiones laborales, problemas económicos, trastornos de alimentación, inclusive están descriptos factores genéticos que pueden generar una predisposición al parto prematuro. Habría también causas netamente locales, esto es, en relación al útero: presencia de fibromas, trastornos o malformaciones, u otros cuadros en donde el cuello del útero no es lo suficientemente continente para ese embarazo, e incrementa en gran medida la posibilidad de afrontar un parto prematuro.
¿Qué controles debería realizarse una mujer para evitar el parto prematuro?
Para toda mujer con factor de riesgo hay una serie de controles establecidos, un seguimiento más estricto, e inclusive la valoración ecográfica del cuello del útero, para determinar su posibilidad de acortamiento, borramiento o dilatación. Todas estas son herramientas que contribuyen para que el obstetra pueda detectar y prevenir el parto prematuro.
¿Cuáles son las intervenciones terapéuticas que hacen los médicos para prevenir el parto prematuro?
Las intervenciones médicas han estado bastante discriminadas a través del tiempo. Se ha comprobado, por ejemplo, que el control de monitoreo de contracciones realizado desde la casa no ha dado resultados. Hay en la obstetricia moderna una serie de actitudes de prevención, sobre todo para aquellas pacientes con antecedente de parto prematuro. Una reciente -tal vez lo último- es la administración de progesterona, una hormona que está desde 1934 en el mercado pero finalmente se ha logado sintetizar.
A través de una serie de cambios, ha permitido disminuir las contracciones, sobre todo en las pacientes que -mediante ecografía transvaginal- han demostrado tener el cuello del útero más corto, y por supuesto aquellas con antecedentes de prematuridad. Hay numerosos estudios que avalan la administración de esta hormona que resulta ser muy efectiva por un lado, y a la vez inocua para el recién nacido. Esta es una actitud medicamentosa tremendamente importante. Luego, existen otras soluciones. Por ejemplo, para la incompetencia en el cuello del útero -es decir, que el cuello no está cerrado adecuadamente- existe una intervención quirúrgica denominada “Cerclaje”, que permite cerrar el cuello del útero de manera que reduzca la incidencia de parto prematuro.
¿Cuáles son los riesgos para el bebé prematuro?
Por un lado, existe un impacto emocional por parte de los padres que tienen que estar presentes en la asistencia de un recién nacido prematuro, que a veces se extiende por más de tres meses. No todos los centros de nuestro país están acondicionados para atender prematuros extremos, y aquellos realmente preparados no son muchos. De manera tal que el índice de morbi/mortalidad perinatal que hay, resulta ser importante. Los riesgos que conlleva son trastornos madurativos que puede tener el recién nacido, sobre todo aquellos con bajo peso extremo (700-900 grs), en quienes los trastornos se presentan en forma de maduración visual, maduración auditiva, inclusive hasta parálisis cerebral. Por eso, nuestra misión es importantísima en relación a la prevención del parto prematuro, y las actitudes están dadas como para que eso pueda suceder.
¿Qué es lo que tiene que tener en cuenta una madre primeriza con respecto a este tema?
La madre primeriza debe tener, en primer lugar, el control prenatal, que puede identificar (antes de quedar embarazada) si tiene algún factor de riesgo en cuanto a un parto prematuro u otras entidades. El control prenatal es algo realmente importante. Y, ya una vez embarazada, es a través de su historia clínica donde se determina el riesgo: no es lo mismo si es un embarazo múltiple que un embarazo simple, la presencia de miomas o trastornos uterinos, si la mujer tiene un trabajo excesivo o estresante.
En ese caso, debe tener el aval para disminuirlo, porque puede llegar a ocasionarle una mayor cantidad de contracciones y, en consecuencia, un parto prematuro. Lo que estoy citando básicamente hace al control. El control obstétrico y el control prenatal resultan ser definitivos para prevención del parto prematuro. Muchos países lo han hecho (incluso países vecinos) y han logrado disminuirlo a cifras por debajo del 6%.